Lávate los pies por lo menos dos veces al día y sécalos meticulosamente, incluyendo las uñas.
Procura cambiarte las medias y zapatos una vez al día, eso evita la permanencia de calor y humedad, lo cual es incubadora de los gérmenes.
Procura no usar calzados de material sintético, ya que estos favorecen la sudoración. Usa mejor de lona o cuero.
Utiliza medias de algodón, no sintéticas ni de nylon, porque estas concentran el calor.
No prestes zapatos, medias, cortaúñas, limas o todo aquello que tenga contacto directo con tus pies.